El embargo judicial es una medida de gran relevancia en nuestro ordenamiento jurídico. Se adopta con el fin de asegurar el cumplimiento de una obligación o el resarcimiento de un crédito (por ejemplo, una indemnización). Su consecuencia directa es la retención o inmovilización de bienes del deudor, sin importar si estos son muebles o inmuebles.
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Qué es un embargo judicial y sus tipos
Un embargo es una medida cautelar de carácter temporal que se adopta en el marco de un procedimiento judicial.
El juez ordena la retención o inmovilización de los bienes o activos de una persona física o jurídica con el fin de asegurar el pago de una deuda o el cumplimiento de una obligación financiera.
El embargo judicial garantiza al demandante que podrá cobrar lo que le corresponde, en caso de que el juez resuelva a su favor, porque el demandado no podrá disponer de esa parte de su patrimonio que ha quedado embargada mientras se sustancia el proceso judicial.
Se trata de una media que se utiliza principalmente en el ámbito civil y mercantil, pero que también es posible dentro del ámbito penal.
El embargo puede ser de dos tipos:
- Preventivo: se aplica antes del inicio del juicio para evitar que el demandado oculte o se deshaga de sus bienes para no hacer frente a su obligación de pagar.
- Ejecutivo: se aplica tras la sentencia o resolución judicial que ordena el pago, con el fin de asegurar que se cumpla dicha obligación.
Bienes que pueden ser embargados
- Dinero disponible en cuentas bancarias. Siempre se dejará disponible para el deudor la cantidad equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
- Bienes inmuebles.
- Frutos y rentas de cualquier especie.
- Vehículos.
- Sueldos y salarios.
- Joyas y objetos de valor.
- Acciones y activos financieros.
En lo que respecta a cuándo prescribe un embargo judicial, si este no es levantado por orden del juez, o ejecutado, la medida caduca en cinco años desde el inicio del proceso.
Cómo saber si tengo un embargo judicial y cómo evitarlo
El embargo judicial sin notificación no es posible en nuestro ordenamiento jurídico. Porque el deudor tiene que conocer las causas que han dado lugar a la adopción de esta medida, ya que en caso contrario se le estaría provocando una importante indefensión.
Cuando se trata de cómo saber de dónde viene un embargo judicial, es la notificación la que incluye toda la información relevante, y ahí reside precisamente su importancia y por eso es absolutamente necesaria.
Para evitar un embargo judicial lo mejor es cumplir con las obligaciones y el pago de las deudas a tiempo. En caso de que esto no fuera posible y se inicie un proceso legal, se pueden buscar soluciones como:
- Negociar un acuerdo de pagos con el acreedor.
- Oponerse al embargo (esto solo es posible en ciertos casos).
- Iniciar un procedimiento de Segunda Oportunidad si se está en una situación de insolvencia.
El embargo judicial puede ser la antesala de una ejecución del patrimonio, por lo que conviene contar con un buen asesoramiento jurídico desde que surge la situación que ha dado o puede dar lugar a la adopción del mismo. En Garzón Legal, estamos aquí para ayudarte.
