Una de las herramientas que todo ciudadano tiene como defensa en el ámbito legal es el recurso de apelación. Nuestro ordenamiento jurídico incluye este procedimiento como parte de los recursos que cualquier persona que toma parte de un juicio tiene a su disposición cuando no se está de acuerdo con la resolución del juez.
Obviamente, como todo lo que tiene que ver con la ley en España, este proceso está sujeto a unas normas y se activa como opción tan solo en algunos escenarios. Por eso, conviene tener unos conocimientos generales sobre qué es un recurso de apelación y cómo ejecutarlo, cuáles son sus plazos y otros detalles.
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Qué es un recurso de apelación
Podríamos definir esta herramienta legal como un mecanismo por el que un ciudadano solicita impugnar la resolución de un juez cuando se considera que este no ha tomado una decisión objetiva y basada en las pruebas presentadas a juicio.
En ese sentido, la sentencia pasa a manos de un organismo superior. Este tendrá la capacidad de estudiar todo el proceso, pruebas, alegaciones, etc., para volver a emitir una sentencia que puede legitimar la primera o, por el contrario, ofrecer unas conclusiones muy distintas.
Esta es una posibilidad que existe solo cuando la sentencia no sea considerada firme. En estos casos, no cabe la posibilidad de emprender este nuevo intento de conseguir una resolución favorable a los intereses de nuestros clientes y el suceso juzgado se considera cerrado.
Cuándo puede presentarse un recurso de apelación
¿Qué escenario permite presentar un recurso de apelación civil o penal por no tratarse de una sentencia en firme? Para estudiar esto hay que acudir a los textos legales. En concreto, a la Ley reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa.
En su artículo 81 se exponen los supuestos y motivos del recurso de apelación civil:
- Las que declaren la inadmisión del recurso en el caso de la letra a) del apartado anterior.
- Las dictadas en el procedimiento para la protección de los derechos fundamentales de la persona.
- Las que resuelvan litigios entre Administraciones públicas.
- Las que resuelvan impugnaciones indirectas de disposiciones generales.
- Las que, con independencia de la cuantía del procedimiento, sean susceptibles de extensión de efectos.
En el ámbito de los juicios penales, el recurso de apelación penal son posibles cuando:
- Se da un procedimiento abreviado o ante un tribunal.
- En casos de enjuiciamiento rápido de algunos tipos de delitos.
- En los juicios de delitos leves.
- En todos aquellos juicios que se han llevado a cabo en la Audiencia Provincial en primera instancia.
Qué plazos deben tenerse en cuenta para ello
Los plazos para los recursos de apelación civil o penal están fijados claramente en la ley. Los abogados tienen que tenerlos en cuenta y trasladarlos a sus clientes en cuanto aparezca la sentencia, ya que el deseo de presentar un recurso de apelación supone actuar rápido.
En el caso de los recursos civiles, ambas partes cuentan con un plazo máximo de 15 días hábiles a contar desde la emisión de la sentencia. Sin embargo, el plazo para las causas penales se reduce a cinco días, aunque estos plazos pueden ampliarse.
Por eso, siempre habrá que estudiar la sentencia, ya que en ella se indicará claramente si hay posibilidad de apelación y cuál es el plazo.
Cuánto tiempo tardan en contestar un recurso de apelación
Si el recurso se admite, la causa pasará a ser estudiada por un organismo judicial superior. En este escenario, las personas que toman parte de un juicio deben saber que este es un proceso que puede alargarse por meses. Por eso, es conveniente estudiar si merece la pena iniciarlo y cuáles son las posibilidades de que el órgano superior cambie la sentencia y esta se adapte a los intereses de la persona que lo interpone.
Para ello, la asistencia letrada que ofrecemos en Garzón Legal es clave: valoramos de manera detallada el escenario del recurso de apelación y asesoramos a nuestros clientes con base en nuestra experiencia y conocimientos para que tome la decisión que más se acerque a sus intereses.