Para disolver una sociedad con deudas hay que seguir una serie de trámites previstos legalmente y, además, necesitamos diferenciar bien entre disolución y liquidación, porque no son exactamente lo mismo.
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Diferencias entre disolver y liquidar una sociedad
La disolución supone la extinción de la entidad mercantil y la pérdida de su personalidad jurídica, es decir, su cierre total.
Mientras que liquidar una sociedad con deudas es un proceso que se produce justo antes de la disolución, para abonar las cantidades pendientes de pago y repartir el patrimonio social restante entre los socios.
Cuándo disolver una sociedad
Según la Ley de Sociedades de Capital, estas se disolverán de forma obligatoria:
- Al transcurrir el plazo fijado en los estatutos, salvo que se apruebe y se inscriba en el Registro Mercantil una prórroga.
- Pasado un año desde el acuerdo de reducción del capital social por debajo del mínimo legal como consecuencia del cumplimiento de un precepto legal. Si en ese plazo no se ha inscrito en el Registro Mercantil la transformación de la sociedad, su disolución, o el aumento del capital social por encima del mínimo.
- Por declaración de concurso de acreedores.
- Si se pierde la causa legal o estatutaria.
- Cese en el ejercicio de las actividades que constituyen su objeto social.
- Conclusión del negocio que era su objeto social.
- Imposibilidad manifiesta de cumplir el objeto social.
- Paralización de sus órganos sociales.
- Pérdidas que dejen el patrimonio neto reducido a una cantidad inferior a la mitad de su capital social, o la reducción del capital social por debajo del mínimo legal.
- Reducción del valor nominal de las acciones sin voto, si ese valor no se restablece en dos años.
- Cualquier otra causa recogida en los estatutos de la entidad mercantil.
Pasos para disolver una sociedad con deudas
Adoptado el acuerdo de disolución de la sociedad con deudas, se nombra a los liquidadores, que se encargarán de hacer inventario y formular un balance de la sociedad.
A continuación, se concluirán las operaciones pendientes y aquellas que sean necesarias para la liquidación.
Se cobran los créditos pendientes y se pagan las deudas, se enajenan los bienes sociales y se hace un balance final de liquidación.
Después se divide el patrimonio social entre los socios, se realiza el pago de la cuota de liquidación, y se otorga escritura pública de extinción de la sociedad que se inscribe en el Registro Mercantil. En ese momento la sociedad queda totalmente disuelta.
Cuando se trata de liquidar una empresa con deudas, si no hay recursos suficientes para abonar todo lo que se debe, la mejor solución es instar un concurso de acreedores voluntario. Dentro del mismo se llevará a cabo el proceso de liquidación patrimonial de la entidad y se producirá su posterior liquidación.
Disolver una sociedad con deudas puede ser un poco complejo, porque las obligaciones pendientes no se pueden dejar sin atender si no se desea tener problemas legales en el futuro. Si necesitas ayuda con estas u otras cuestiones mercantiles, estamos a tu disposición para asesorarte.