La curatela representativa es uno de los grandes recursos del ámbito jurídico en nuestro país. La norma española está muy por delante de la de otros países a la hora de ofrecer una integración total de los ciudadanos y, en ese sentido, la figura de un curador representativo es un gran aliado para personas con dificultades de cualquier tipo. Todo ello con el objetivo de ofrecer una justicia en igualdad de condiciones para todos.
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Curatela representativa: ¿qué es y para qué sirve?
La curatela representativa es una figura regulada dentro del Código Civil. En concreto, nuestro texto legal se refiere a esta opción a partir del artículo 286 y sus sucesivos. Allí se establece que esta figura se pondrá a disposición de aquellas personas que no tienen capacidad jurídica a la hora de discernir qué les conviene o qué no en un juicio o cualquier otro procedimiento legal u oficial.
Dicho de otro modo, las personas que tengan alguna limitación intelectual o a la hora de comunicarse, podrán servirse de esta asistencia. El curador representativo será quien tome las decisiones en favor de la otra persona solo en aquellos casos dictaminados por resolución judicial.
Un ejemplo es aquel en el que una persona con capacidades diversas del ámbito intelectual tiene que decidir si se opera de una dolencia o no. Ante su imposibilidad para discernir lo más conveniente para ella, la justicia determinará que sea un curador quien opte por una u otra opción, siempre en beneficio de la persona representada.
Quién puede ser curador
Son muchas las personas que llegan a Garzón Legal con el objetivo de recibir asesoría sobre la herramienta de la curatela representativa y, sobre todo, se preguntan quién puede ser curador.
Será el juez quien determine qué persona ejercerá de curador de una tercera. La decisión tendrá en cuenta, especialmente, que la elección sea beneficiosa para quien no tiene capacidad de decisión y que realmente todos los pasos que se den en adelante serán con el objetivo de protegerla.
Más allá de esto, la curación representativa se deja siempre en manos de una persona mayor de edad o una entidad jurídica, siempre que esta no tenga ánimo de lucro y esté dedicada a asistir a personas con capacidades diferentes.
Hay que destacar que las personas discapacitadas pueden dejar por escrito ante notario quién entra en sus deseos de representación, así como quien no quiere que asuma este rol en ningún caso. Esto no es vinculante, pero sí será tenido en cuenta por el juez a la hora de dictaminar en una u otra dirección. Además, no pueden ser personas que hayan sido condenadas por delitos que puedan estar relacionados con la responsabilidad que va a asumir.
Obligaciones de un curador
Las obligaciones de una curatela representativa dependerán de cada caso, pero se pueden establecer una serie de mínimos marcados por la ley:
- No se podrá tomar ninguna decisión que perjudique a la persona representada, a sabiendas de que será así.
- Solo podrá ejercer su poder de decisión en aquellas cuestiones establecidas en el procedimiento legal que ha dado lugar a esta curatela representativa y no en otras.
- Tener siempre en cuenta los deseos y voluntades de la persona representada, así como ayudarle a tomar de manera autónoma todas las decisiones que pueda.
Todas estas características vienen a demostrar que un escenario de curatela representativa es solamente un mecanismo de defensa de la dignidad, la salud y el patrimonio de aquellas personas que no pueden representarse a sí mismas.
Ante cualquier duda al respecto, en Garzón Legal estamos a disposición de cualquier persona que desee profundizar más en este tipo de herramientas de nuestro Código Civil.